miércoles, 23 de mayo de 2012

Una opinión contrastada


Esperábamos con mucho interés nuestra cita con Elena Ramona Bucur. En todo momento nos dio muestra de una personalidad absolutamente abierta al respeto activo hacia las minorías y de una capacidad de empatía poco común. Ya iba siendo necesario encontrar una visión más científica al tema que nos ocupa y creíamos que Ramona, como investigadora y autora de una tesis doctoral sobre el fenómeno, podía ser una voz contrastada. Tras la entrevista, ha resultado ser la voz más cualificada, la idónea.

Pocos de ustedes se imaginaban que, según el estudio de Ramona, la avanzadilla de la colonia rumana en España fue doble: una por Madrid y otra por Castellón. El primer rumano que aterrizó por nuestras tierras, allá por el 1994, ni siquiera tenía Castellón como destino por anticipado, y llegó aquí casi de rebote. Sin embargo, fue la casualidad la que hizo que precisamente un rumano no ortodoxo, sino evangélico, encontrara en la pequeña comunidad evangélica de Castellón el apoyo necesario para un extranjero recién llegado. A partir de entonces, estas redes evangélicas hicieron el resto y jugaron un papel determinante en la acogida de nuevos miembros de su comunidad provenientes de Rumanía.

Las historias de los rumanos en España son variadas, pero hay rasgos comunes en muchas de ellas. Tras la primera oleada de evangélicos, los ortodoxos, que son mayoría en el país, también comenzaron a salir de él, especialmente desde la ciudad de Targoviste y alrededores. Fundamentalmente se trataba de personas jóvenes con una cualificación profesional media que pronto comenzaron a especializarse en dos grandes áreas: las mujeres en el cuidado de mayores y de la casa y los hombres en la construcción, ámbitos laborales con una altísima demanda en los años 90.

Sobre el tema del regreso, contrariamente a lo que muchos desearían hoy en día y a lo que nosotros mismos creíamos, ella discute que esta sea una posibilidad real que las familias rumanas en España se planteen. Por mucho que la crisis nos golpee a todos, las perspectivas de futuro en su país no son mucho más halagüeñas. De hecho, siguen saliendo de él, aunque en menor medida que antes.

No obstante, Ramona ha centrado mucho su tesis desde una perspectiva humana en la que la carga emocional tiene mucho peso ya que ha realizado múltiples entrevistas personales durante tres años de las cuales ha obtenido información casi más valiosa que la que dan las estadísticas y los números. Pudo, de este modo, observar de primera mano la dura realidad de las familias y así implicarse en un trabajo que no va dirigido a ser el comienzo de una carrera académica a la que estamos acostumbrados, pues Ramona dejó claro desde el principio que su motivación era casi exclusivamente personal.

Y, finalmente, una aclaración: en España, como en casi todo el mundo, hay más inmigrantes de los que se cuentan, puesto que en la definición de la palabra inmigrante no hay mención alguna a la procedencia de las personas, es decir, cualquiera que cambia de lugar de residencia es inmigrante en su nuevo destino. Da igual si el cambio es de miles o de decenas de kilómetros. ¿Por qué un rumano o un magrebí es un "inmigrante" y un británico o un alemán es un "extranjero"? Ella apuesta por lo segundo para referirse a todos los que han venido de otro país como expresión de justicia. Le copiamos la apuesta.


viernes, 18 de mayo de 2012

¿Retorno definitivo a Rumanía?


Hemos quedado mañana con Elena Ramona Bucur. Recientemente defendió su tesis doctoral en la Universitat Jaume I de Castellón, lo que nos ha permitido conocer su trabajo. Mañana viene a Castellón y vamos a poder grabar su testimonio y conocer su opinión. Mientras os adelantamos estas reflexiones publicadas con motivo de la defensa de su tesis doctoral.
"En el futuro de las familias rumanas migrantes, la cuestión de un retorno definitivo al país de origen es casi inimaginable, aunque en un contexto europeo favorable a las circulaciones migratorias muchas posibilidades quedan abiertas”. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado Elena Ramona Bucur en su tesis doctoral “Redes migratorias rumanas en España. Estrategias y territorios de vida en Castellón de la Plana (Comunidad Valenciana)”, que es la primera tesis de doctorado en cotutela entre la Universitat Jaume I y la Universidad de Angers de Francia. La doctora defendió su trabajo, que ha sido dirigido por Jean Baptiste Humeau y Joan Serafí Bernat, miembro del Instituto Interuniversitario del Desarrollo Local (IIDL) de la UJI, el 16 de enero de 2012 en la universidad francesa.
Para captar la complejidad de la realidad migratoria fue indispensable el contacto directo con los migrantes, ya que era necesario para aportar una clarificación de la diversidad de las situaciones. Este método implica completamente al investigador en la realidad cotidiana del tema por ello durante tres años se practicó esta inmersión gracias al apoyo de organismos sociales que trabajan en el ámbito de las migraciones en la provincia de Castellón. La familiaridad con los migrantes ha ayudado a multiplicar las encuestas, las entrevistas y se ha podido observar la dura realidad vivida por estas familias.

Bucur afirma que la conexión existente entre las familias migrantes a través de los lazos activos y de las nuevas tecnologías de comunicación y de información desmitifica la concepción clásica sobre el movimiento migratorio. Además, añade en sus conclusiones, como los tanteos entre España y Rumanía son muy frecuentes y terminan por un retorno en el territorio español después de una etapa de retorno al país de origen.

La actual crisis económica que afecta a España y particularmente a la provincia de Castellón donde el desarrollo del mercado inmobiliario fue uno de los más potentes de la geografía española ha tenido unas consecuencias nefastas para los trabajadores rumanos. Así, siempre según el estudio presentado por Elena Ramona Bucur, en esta coyuntura las familias rumanas han buscado continuamente diferentes soluciones para su supervivencia. Los programas que se han propuesto surgidos de la colaboración entre las autoridades españolas y rumanas no se corresponden con los planes de los migrantes. En estas nuevas estrategias de supervivencia, el papel de las mujeres, el trabajo intensivo y su espíritu emprendedor son determinantes. De hecho se afirma que existe una redistribución de roles en las familias rumanas migrantes, dado que los hombres que antes trabajaban en el sector de la construcción, actualmente se encuentran en el paro o sin recursos, por ello se ocupan ahora de las tareas del hogar.

Al mismo tiempo la tesis, explica la doctora, pone al día el desarrollo de verdaderas redes religiosas, familiares y de amistad para explicar el crecimiento continuo de los flujos entre Rumanía y España que ha llevado a que en la provincia de Castellón se hayan registrado cifras sorprendentes como que el 10% de la población sea de origen rumano.

Una de las peculiaridades que se destaca en este trabajo de investigación es que en el día a día de los migrantes rumanos, el debate sobre políticas europeas está siempre presente, y en particular la evolución del estado jurídico de los trabajadores rumanos en España. En este sentido destaca la utilización inadecuada de los términos “inmigrante” y extranjero” que constituyen opacidades en la reflexión colectiva con consecuencias graves sobre los responsables locales y regionales pero también para los rumanos. En la mayoría de los casos, el sentido correcto del “migrante” que se refiere a una persona que cambia de lugar de residencia y por la cual la nacionalidad es un parámetro insignificante está reemplazado por una connotación negativa. El contenido del término migrante en el lenguaje corriente se refiere a una persona en situación irregular asociada a una situación de delincuencia.

Como se ha apuntado, la inmersión en los medios de los migrantes rumanos durante esta investigación doctoral fue indispensable, siendo el método elegido fundamental. Para ello se realizó la construcción de una muestra de familias con encuestas sobre el origen y el destino de los fondos a Rumanía, entre otros. Las estrategias de migración y de integración de las familias rumanas en Castellón de la Plana se basan en nuevas formas de vivir respondiendo a la diversidad de los hogares encontrados. Así se han estudiado desde matrimonios mixtos, nuevas parejas o la reagrupación familiar por citar los casos más comunes, pero las escalas territoriales son muy variables en función del cambio del domicilio, en la misma región o fuera de España y según han sido las oportunidades de trabajo.


lunes, 7 de mayo de 2012

Ondenses de adopción


Nuestro recorrido por la memoria de aquellos que abandonaron su país en un momento determinado nos lleva a Onda, la pequeña ciudad cuya reciente actualidad nos ha provocado la necesidad de salir a conocer. Esta vez la cita es con Constanta y Florin. Y Charlie, que observa con curiosidad todo cuanto ocurre y no acaba de entender tanto ajetreo. En ambos casos y como en tantos otros de compatriotas rumanos que vamos conociendo la historia tiene denominadores comunes, aunque ninguna es igual. 


Florin fue de los primeros rumanos en llegar Castellón. Era técnico en una fábrica rumana que tras ser privatizada acabó cerrando sus puertas pues los inversores extranjeros lo único que querían era la licencia de explotación. Despidieron a todos los trabajadores, vendieron la fábrica con el pretexto de que no era ya rentable ni viable su explotación y en el solar se edificó un moderno centro comercial. 

Fue, como decimos, de los primeros en llegar. Y llegó a la aventura, al punto de tener que dormir en bancos y parques. No le importó trabajar de lo que fuese, pero poco a poco hizo valer sus capacidades y logró la confianza de sus jefes. No le ha quitado el trabajo a nadie, como más de una vez le han reprochado, lo ha ganado por méritos propios. Por eso, una vez conseguida cierta estabilidad hizo venir a su pareja desde Rumanía y es aquí donde ha nacido su hija. Una rumana-española que no tendrá que darle explicaciones a nadie sobre cuál es su país. 


Constanta aterrizó en Onda tras un corto paso por Barcelona. Pronto acabó dedicándose a la tarea más común entre las mujeres rumanas en España, la asistencia a personas mayores. Vivió y vive la separación familiar, y lógicamente, se le nota en sus palabras entrecortadas cuando recuerda a los suyos, pero su voz fuerte y decidida da muestras de un carácter luchador cuando se refiere a su trabajo y su vida aquí. Su hija Elena, de 22 años, nos acompañó en la entrevista para dejar claro que ella se siente española y por su mente no pasa “regresar” a Rumanía más que para vacaciones. Pero si algo queda en nuestro recuerdo su actitud optimista y llena de vida, su alegría de vivir.

Tanto Florin como Constanta admiten que los sentimientos de rechazo al inmigrante han aumentado últimamente, pero nos recuerdan que, en general, su balance respecto a las relaciones que han mantenido con los españoles es más que bueno, y casi siempre se han sentido bien integrados y respetados aquí. Para ellos, no hay nada como el conocimiento mutuo para derrumbar prejuicios.